viernes, 28 de agosto de 2020

LEVITACIÓN

 

Cuando cumplí 9 años pasé a vivir con mi abuela porque mi mamá se enfermó de los nervios. Ella dijo que yo le daba demasiadas preocupaciones, pero yo no le creía, sin embargo después también tuve problemas con mi abuela.

 

Antes de que me mandaran a un asilo público dejé de volar.

 

Efectivamente, el problema de mi mamá era que yo levitaba por lugares que ella consideraba peligrosos y temía que repentinamente me abandonara la energía que me hacía flotar en el aire.

 

El hecho es que nunca más recuperé aquella posibilidad. Peor aun: temo viajar en avión.

jueves, 27 de agosto de 2020

MISS EGIPTO

 


 

Mil años antes de Cristo, en un lejano poblado de Egipto hubo un concurso de belleza. Una vez terminado, se supo que la participante ganadora había invitado al presidente del jurado a una noche romántica. Esto trascendió porque al año siguiente el presidente de un nuevo jurado les exigió a las participantes que imitaran a la ganadora anterior. El escándalo fue mayúsculo porque recién entonces las otras participantes del primer certamen se dieron cuenta de que habían sido víctimas de una competencia desleal.

domingo, 16 de agosto de 2020

LA MITOLOGÍA GRIEGA Y LA GRIETA

 


 

Prometeo fue un personaje de la mitología griega, famoso porque robó el fuego a los dioses del Olimpo y se lo dio a los hombres. Por eso fue condenado a un suplicio eterno que él nunca consideró justo. Los humanos tampoco porque fuimos beneficiados por el robo.

Los guerrilleros uruguayos (comunistas, tupamaros, etc.) siempre se sienten víctimas de alguna injusticia porque siguen pensando que hicieron bien en tratar de derrocar un gobierno legítimo (década 1960/1970). Prometeo fue un ladrón y los guerrilleros fueron traidores a la patria, sin embargo, no hay un consenso unánime y eso mantiene viva la supuesta situación de injusticia con la consiguiente tensión social que algunos llaman “grieta”.

Que utilice la mitología para explicar un hecho real se justifica porque el fenómeno es propio de la condición humana y no de circunstancias aisladas y casuales.

sábado, 1 de agosto de 2020

LOS VARONES SOLO DAN TRABAJO


 LOS VARONES SOLO DAN TRABAJO

Cuando yo tenía 10 años vivía con muchos familiares: abuelos, tíos, primos. Mis padres no me educaban según su criterio sino que consultaban todas las ideas y a mí me correspondía obedecer a ese parlamento en el que yo no tenía ni voz ni voto.

 

Hubo un momento en que se pensó que yo tenía que estudiar inglés y pronto surgió la idea de hacer una colecta y mandarme a vivir a Estados Unidos utilizando lo que ellos llamaban “una red de intercambio”. Cuando esto parecía resuelto (yo ya tenía 16 años), apareció mi tío Raúl. Se ve que él habló con mi mamá y todos los planes fueron cambiados. Raúl opinó que si la familia quería convertirme en un norteamericano nativo tendría que recibir instrucción en un instituto del servicio secreto de la Unión Soviética (KGB). Mi padre, ensimismado en la novelas policiales de Jorge L. Borges, no ofreció resistencia.

Se contaba en la familia que mi mamá se enamoró de mi papá en Buenos Aires porque él le contó un proyecto de novela que a ella la fascinó. Se trataba de un detective psiquíatra, que siguiendo pistas muy policiales, tenía que averiguar quién de sus pacientes sería capaz de perpetrar un crimen. Mi mamá, entusiasmada, creyó haber descubierto un tipo de literatura preventiva.

Resumo: cuando cumplí 20 años me enviaron a Estonia a estudiar en la KGB.

Con 28 años el entrenamiento incluía mudarme a los Estados Unidos. Todo anduvo bien hasta que una amiga de mi madre, casada con un norteamericano y residente en California, le mandó una carta diciéndole que el FBI me estaba vigilando porque suponían que yo era un espía (¡en plena guerra fría!).

Mis padres se alarmaron y mi tío viajó inmediatamente a Moscú.

Sin que yo me enterara, todos se tranquilizaron cuando volví a Montevideo, casado con una norteamericana, con dos hijos mellizos y sin trabajo.

En pocos meses nos solucionaron todo (casa, trabajo para mi esposa, colegio para los millizos).

Mi papá publicó aquella novela preventiva y no vendió ninguna.

Segú mi abuela, los varones de esta familia solo dan trabajo.